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TODO LO QUE NECESITAS SABER SOBRE EL BAUTISMO.


  • ¿Qué representa el bautismo y por qué lo hacemos?


— OBEDIENCIA.


El bautismo mediante agua es necesario cumplirlo porque es un mandato de Dios.


«Pero los fariseos y los expertos en la ley no se hicieron bautizar por Juan, rechazando así el propósito de Dios respecto a ellos.» — ‭‭Lucas‬ ‭7:30‬


El bautismo no es algo que debamos hacer para recibir la salvación pero es algo que Dios nos manda a hacer. «Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros» — Hechos 2:38.


El bautismo es una representación externa de una decisión interna. Es un paso importante en el que de manera consciente y voluntaria decidimos cambiar de rumbo para seguir a Jesús. De hecho, esto es lo que significa la palabra arrepentimiento: cambio de dirección. No es un mero sentimiento, debe traer un cambio.


— PERDÓN.


No podemos ser perdonados de algo que no reconocemos. A través del bautismo reconocemos a Jesús como salvador y aceptamos su sacrificio, consecuentemente recibimos el perdón, que se representa mediante la inmersión en el agua; lo cual ilustra el lavamiento y eliminación de todo pecado.


  • ¿Por qué no debería hacerse sólo con un poco de agua en la cabeza?


La palabra Bautismo proviene del griego, "βαπτίζειν" o “baptízein” que quiere decir: 'sumergir'.


Toooodo el significado y simbolismo de este acto gira entorno a ello. Por tanto, la manera correcta de hacerlo realmente sería a través de inmersión; al igual que lo hizo Jesús.


Cuando nos sumergimos simbolizamos visualmente la sepultura y muerte a nuestra vida pasada, y al levantarnos del agua reflejamos la resurrección y nueva vida que tenemos ahora en Cristo.


«De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas» — 2 Corintios 5:17


La inmersión es la única forma en la que se pueden representar estos aspectos; el propio significado etimológico de la palabra bautismo como hemos visto, significa eso, y Jesús mismo lo hizo de esa manera en la edad adulta.


No tiene sentido por tanto, que lo cambiemos y hagamos de otra forma.


  • Entonces... ¿los bebés no deberían bautizarse?


¡Exacto! El único tipo de bautismo descrito en la Biblia, es el bautismo de creyentes; lo cual presupone que la persona que se va a bautizar ha creído en Cristo para salvación de una forma personal y consciente.


Este es el motivo por el que se rechaza el bautismo de bebés, porque debes entender lo que significa y lo que estás haciendo.


De otra forma, no tiene sentido.



El bautismo se practicaba en tiempos bíblicos en la edad adulta. No hay una edad específica adecuada, se debe hacer una vez la persona alcanza la madurez suficiente para comprender lo que significa e implica este acto.


  • ¿Por qué se hace entonces todavía en algunas iglesias en bebés?


Dos palabras: Tradición Eclesiástica.


Esta tradición se comenzó a llevar a cabo tiempo atrás a raíz de la alta mortalidad infantil y baja expectativa de vida. Es en este contexto de temor en el que se desarrolla el concepto de bautismo infantil mediante el cual se pretendía garantizar que los niños al morir fuesen a la presencia de Dios.


Por supuesto, esto es una doctrina incorrecta y de elaboración humana, la Biblia no declara eso en ninguna parte. De hecho, no tiene ningún sentido, más bien, los niños son salvos precisamente por lo mismo motivo por el que no pueden ser bautizados: por su inconciencia.


  • ¿El bautismo salva?


Respuesta corta: No.


No somos salvos por obras, méritos ni nada que nosotros tengamos o podamos hacer, sino por gracia, por fe mediante la regeneración y renovación a través del Espíritu (Tito 3:5).


Esto lo hace justo, accesible y comprensible a todo el mundo sin excepción: sólo tienes que creer y entregarle tu vida porque una vez lo haces, Él mismo te empieza a moldear y transformar.


«El que crea y sea bautizado, se salvará; pero el que no crea, será condenado.» — Marcos 16:16


¿Quiénes serán los que sean condenados? Los que no creen, no los que creen y no han sido bautizados. En la Biblia hay muchos ejemplos de personas que recibieron la salvación sin necesidad de bautismo.


Además, debemos entender este concepto de condenación, porque no es Dios quien nos condena mandándonos al infierno, sino que somos nosotros mismos los que lo decidimos, Él ya ha hecho todo lo posible para evitarlo, hasta el punto de entregarse por ti. Al no aceptar a Jesús seguimos en nuestros pecados y sin una vía de salida.


«Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.»

‭‭– Hechos‬ ‭4‬:‭12‬ ‭


Hay filosofías, hay religiones.. pero no hay ningún otro nombre que te asegure, confirme y garantice esa salvación. Ninguna de ellas afirma lo que afirma Jesús, y son confusas, no pueden darnos esa seguridad: En el Islam por ejemplo, debes trabajar mediante obras para ganarte tu salvación pero nunca estás seguro de haberla obtenido, Allah decide. Gautama Buddah dijo: «Busca la verdad» dando a entender que él no la tenía ni podía ofrecerla, Confucio dijo: «Yo no soy el Camino» pero Jesús afirmó y demostró ser Dios y dijo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mi».


¿Tienes dudas? La misma Biblia te anima a que lo compruebes por ti mismo.



Es imposible que hayan múltiples verdades, la verdad es exclusiva en sí misma. Una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo; o es no es. Cada uno dice una cosa, y cada cosa contradice otra, no todas pueden ser ciertas. Ninguno pudo hacer, afirmar ni demostrar lo mismo que dijo e hizo Jesús, y ninguno ni siquiera estaba seguro de lo que ellos mismos decían. El mismo profeta Muhammed nunca fue capaz de hacer ningún milagro y no estaba seguro de si de verdad era un ángel lo que se le apareció al recibir su revelación.


En el momento en el que se produjo la caída y pecamos, fuimos separados de Dios; Dios sin tener por qué y aún nosotros dándole la espalda y habiendo causado el problema, nos brindó una solución. Si nosotros seguimos negándola, seguimos en la misma condición y por tanto, sin salvación.


Me gusta ilustrarlo de esta manera ⤵️


Estabas en el barco ideal, se avisa de no bajar porque es peligroso, pero tú decides ir a darte un chapuzón. Ahora te encuentras nadando en medio de la profundidad del océano, y cuando te quieres dar cuenta el barco se ha ido y ya está demasiado lejos; no importa cuanto nades y cuanto te esfuerces por alcanzarlo, es imposible. No tienes forma de espacar ni de salvarte a ti mismo, no puedes nadar hasta la orilla porque estás en el medio de la nada, del océano. Tu única esperanza y salida es que vengan a sacarte de ahí porque inevitablemente en algún momento acabarás ahogándonte, a menos que el barco vuelva de nuevo y te rescate. El capitán del barco no tiene el por qué hacerlo porque ha sido tu propia irresponsabilidad y fuiste tú quien voluntariamente desobecediste la orden de no bajar, pero aún así por misericordia, perdona tu error y acaba volviendo a por ti y te lanza un salvavidas para que puedas volver a subir. Pero, ¿acaso si se te ofrece el salvavidas y tú no lo coges puedes salvarte?


La invitación está abierta a todo el mundo: el salvavidas es accesible a todo el mundo pero sólo el que lo acepta puede salvarse.


«Porque el hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se habia perdido.» — Lucas 19:10


«La paga del pecado es la muerte (…)» — Romanos 6:23


Por eso Jesús murió en nuestro lugar, para poder restaurar el vínculo que habíamos roto y no tener que sufrir los daños de lo que habíamos causado provocando esa separación eterna de Dios, pero si no aceptamos su sacrificio, entonces seremos nosotros mismos los que pagaremos las consecuencias.


«Por eso les he dicho que morirán en sus pecados, pues, si no creen que yo soy el que afirmo ser, en vuestros pecados morirán.» — Juan 8:24.


*Puedes leer más sobre todo esto aquí


  • ¿Qué diferencia hay entre el bautismo de Juan y el de Jesús?


El bautismo que Juan el Bautista predicó, fue el del arrepentimiento (Mateo 3:11). Juan fue quien preparó el camino a Jesús, ¿qué quiere decir eso? que él preparó espiritualmente a las personas, haciéndoles entender su necesidad de arrepentimiento y salvación para que cuando llegará Jesús estuvieran preparados para recibir.


El bautismo de Juan, es el denominado bautismo de agua, que es lo que nosotros hoy en día también seguimos haciendo para confesar públicamente nuestra fe y arrepentimiento. Pero como ya hemos visto, este tipo de bautismo no puede cambiar a nadie, sino que su propósito es sellar esa decisión que hemos tomado de seguir a Jesús.


El bautismo del que hablaba Jesús era muy diferente. El bautismo del Espíritu, es cuando recibimos y somos llenos del Espíritu, manifestando sus frutos y sus dones. Este tipo de bautismo sí nos cambia porque comienza una obra de redención, transformación y restauración en nosotros desde el interior. ⬇️


«Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne.» – Ezequiel 36:26


«Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.» – 2 Corintios‬ ‭3‬:‭18‬ ‭


«¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?» – 1 Corintios 3:16


«Ya no vivo yo, más vive Cristo en mí, y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fé del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí» — Gálatas 2:20


  • Vale, vale, vale... y... ¿por qué se bautizó Jesús?



Esta es una muy buena pregunta y una duda para muchos. Si Jesús está exento de pecado y por tanto, de la necesidad de arrepentimiento, entonces... ¿por qué se bautizó?


Esto es algo que incluso al propio Juan le asombró al ver que Jesús que venía hacia Él:


Le dijo: «Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?» —Mateo 3:14, pero Jesús respondió que debía hacerlo de esta manera.

Esto era algo imposible de comprender para ellos en ese momento porque no tenían la imagen completa como la tenemos nosotros hoy.


Pero en realidad, es muy sencillo, hay varias razones:


— NÚMERO 1:


Era necesario que Juan bautizara a Jesús al comienzo de su ministerio. Principalmente porque como hemos visto, Juan, fue el elegido para preparar el camino del Señor (Hechos 13:24). Juan era «la voz que aquel clama en el desierto» profetizada por Isaías.


A Juan se le daría una señal cuando bautizará al Mesías que le confirmaría y daría testimonio de que es Él; era necesario que Juan bautizara a Jesús para poder recibir esa señal y reconocer públicamente ante los demás testigos a Jesús como aquel que había de venir y del que se había profetizado.


«Pablo les explicó: —El bautismo de Juan no era más que un bautismo de arrepentimiento. Él le decía al pueblo que creyera en el que venía después de él, es decir, en Jesús.» — Hechos 19:4


— NÚMERO 2:


Otro motivo por el que era necesario que Jesús se bautizara era para identificarse en todo con nosotros y nuestra condición para así poder erradicar nuestro pecado posteriormente:


«Por tanto, ya que ellos son de carne y hueso, él también compartió esa naturaleza humana para anular, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte —es decir, al diablo—, y librar a todos los que por temor a la muerte estaban sometidos a esclavitud durante toda la vida. Por eso era preciso que en todo se pareciera a sus hermanos, para ser un sumo sacerdote fiel y compasivo al servicio de Dios, a fin de obtener el perdón de los pecados del pueblo. Por haber sufrido él mismo la tentación, puede socorrer a los que son tentados.» – Hebreos‬ ‭2‬:‭14‬-‭15‬, ‭17‬-‭18‬. ‭



— NÚMERO 3:


Además, lo hizo para darnos ejemplo como lo hizo con otras muchas cosas, por ejemplo al lavar los pies a sus discípulos. (Juan 13:12-15)


— NÚMERO 4:


Por último, en este momento se manifestó y se vio representada la naturelaza de Dios, la Trinidad. (Mateo 3:16-17)



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