Me encanta como en menos de un minuto y de manera cómica deja claro tantos conceptos importantes.
Alistair Begg, en este fragmento de una de sus predicaciones, está hablando acerca de uno de los asesinos que fue crucificado junto con Jesús.
Lucas 23:32-33 ⤵️
«Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos. Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.»
• Dato: La muerte por crucifixión era una tortura reservada a los peores criminales.
CONTEXTO DEL VÍDEO Y LA HISTORIA:
«Mientras el pueblo observaba, los gobernantes se burlaban de él y decían: «Ya que salvó a otros, que se salve a sí mismo, si en verdad es el Cristo, el escogido de Dios.» También los soldados se burlaban de él; hasta se acercaron y le ofrecieron vinagre, mientras decían: «Si eres el Rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!» Había sobre él un epígrafe que en letras griegas, latinas y hebreas decía: «ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.»
Uno de los criminales colgados junto a él se burló: «¿Así que eres el Mesías? Demuéstralo salvándote a ti mismo, ¡y a nosotros también!». Pero el otro criminal protestó: «¿Ni siquiera temes a Dios ahora que estás condenado a muerte? Nosotros merecemos morir por nuestros crímenes, pero este hombre no ha hecho nada malo». Luego dijo: —Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Jesús respondió: —Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.»
— Lucas 23:35-43
Esta persona era alguien que había cometido y acumulado un sin fin de pecados, que estaba apartado de Dios y había vivido una vida ajena a Él... pero en su lecho de muerte, reconoció humildemente que él merecía castigo por sus pecados, justicia por su injusticia.
Quizás nunca en su vida había creído en Dios o se había planteado si realmente hay algo más, sin embargo, le dice a su compañero: ¿ni si quiera ahora, en estas circunstancias, en estos momentos, temes a Dios? Tú conoces tus actos, sabes que mereces esto, pero, ¿que hay de Él?
Él era consciente de sus errores, sabía que era indigno de perdón, pero al mirar a Jesús no vio eso y se compadeció de su bochornosa e incomprensible situación; ¿cómo alguien que no había hecho nada que lo mereciese, podía estar siendo menospreciado, tratado y torturado hasta la muerte, como uno más de ellos?
Así que, en sus pocas fuerzas, decide alzar la voz y hablar en su defensa. Aún más, le pide que se acuerde de él. Es decir, en otras palabras, le pide que si puede le perdone y le permita ser parte de esa vida eterna. Y Jesús le afirma y asegura que hoy mismo la recibiría.
WHAAATTTT 🤯🤯
Alguien que toda su vida había vivido en pecado, hasta casi su último aliento.
NO IMPORTA QUIÉN SEAS NI QUE HAYAS HECHO: HAY PERDÓN PARA TI.
Es increíble. Totalmente increíble esta historia. Por múltiples factires en los que no voy a profundizar en este post, como el reflejo/representación del rechazo y odio sinsentido de las personas hacia Dios actualmente, su inagotable e inmenso amor, el perdón sin límites ni etiquetas y la gracia de la salvación.
Como bien menciona Alistair en el vídeo: sin haber sido bautizado, sin haber ido a la iglesia, sin tener conocimientos bíblicos... SÓLO por la humildad de su corazón, reconocimiento y arrepentimiento de sus pecados.
2. LO HEMOS COMPLICADO TODO MUCHO.
En nuestro afán de entenderlo todo, hemos acabado complicándolo. Por querer rizar demasiado el rizo, hemos acabado volviéndolo confuso. Sólo hace falta echar un pequeño vistazo a la historia de la Iglesia.
Alistair Begg en este vídeo aclara cómo la religión, las doctrinas, etc. nunca han sido —o deberían ser— el punto focal/principal. Sino Jesús, la transformación real y la relación personal.
3. NO SIRVE DE NADA.
Y de alguna forma todo esto me recuerda a 1 Corintios ⤵️
«Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada. Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso.» — 1 Corintios 13:1-3
Es decir, de la misma forma y parafraseando: "si hago y tengo todas esas cosas, pero no tengo una fe real que me lleve a convicción y transformación, a nacer de nuevo." De nada sirve.
Lees tu Biblia todos los días, ¡genial! Sirves en la iglesia, ¡genial! Ayudas a los demás siempre que puedes, ¡genial! Tratas de evitar la música secular y te mantienes en un entorno sano, ¡súper! ¡de verdad!
Pero, recuerda y comprende: no se trata de méritos ni es una to-do list de cosas que seguir, cumplir, hacer o no hacer.
Esto no es como la lista de la compra. "Ahora tengo que comprar harina, luego huevos, depués esto, y ahora aquello... Y ale, ya tengo la tarta 🍰"
A veces hemos hecho esto, nos hemos creído que íbamos a comprar una tarta:
"A ver.. vale, tengo que leerme 1 capítulo al día, bautizarme, no hacerme tatuajes, ir a la iglesia.. ¿qué más? ah si, nada de fiestas, servir en la iglesia... Listo, ya soy salvo😃👍🏼, easy." Hemos creado nuestra propia lista y la hemos ido revisando punto por punto, y hemos sido muy legalistas en muchos aspectos por cierto.
Pero se nos olvida un detalle importante: NO podemos comprar la salvación ⬇️
No importan tus títulos, que hayas dedicado toda tu vida al ministerio, que hayas predicado en África, que hayas creado una Fundación, que hayas ido a un Seminario bíblico, que te hayas guardado hasta el matrimonio, que guíes muchos a Cristo, que no faltes ni un sólo domingo a la iglesia, que te hayas leído la Biblia entera, que seas capaz de sanar enfermos o incluso que des tu propia vida. Sin Jesús en tu corazón, en vano lo has hecho.
Podrías hacer todas esas cosas y aún así no ser salvo porque no trata de eso; de si eres de una denominación o de otra, de tu postura en X doctrina, de la cantidad de conocimiento bíblico acumulado que tienes o los versículos que te sabes de memoria, de cuán santo crees que eres, de si crees que el rapto es antes o después de la tribulación... Y ciertamente, tampoco simplemente de que vayas a la iglesia los domingos.
Eso no significa que todo ello no sea bueno, útil, beneficioso o incluso necesario en tu camino para poder llegar a ese punto de intimidad con Dios pero sí, que en última instancia, eso no es lo que te va a salvar. En todo caso, puede ser lo que te acabe conduciendo a esa salvación.
NADA de eso importa, sino tienes la postura que tuvo esa persona que fue crucificada al lado de Jesús: una transformación real. Es mucho más simple de lo que lo hacemos y creemos, y aún así, mucho más profundo: pon tu fe y confianza en Él y sólo en Él.
El ladrón que fue crucificado junto a Jesús reconoció sus pecados y le entregó su vida, eso fue lo que lo salvó. Su fe y su acto de fe al hablar.
3. UNA FE PURA 🤍
Muchas veces las personas más humildes tachadas de ignorantes, sin tantos conocimientos acogen y reciben mejor el Evangelio. Tienen mayor convicción y transformación en muchas ocasiones.
Un ejemplo claro de ello son los niños pequeños, las personas en países subdesarrollados o tercermundistas dónde abunda la escasez y no hay tantos recursos o las tribus remotas no alcanzadas. Dios tiene conciencia de todos y cada uno de ellos, y se acuerda de ellos porque dependen y confían completamente en Él. Tienen inocencia y pureza de corazón, fe real y sincera.
Vivimos en una cultura que todo lo cuestiona, que cree que todo es relativo y dejamos poco o ningún espacio para Dios. Es difícil que Dios se mueva y actúe así. Ellos en cambio, experimentan gozo y transformación, y a Dios de una forma diferente, muy bonita y cercana.
Pero no hace falta ser pobre, un niño o alguien que vive en una zona remota que no cuenta con los conocimientos y avances de hoy en día para entrar dentro de este grupo:
Quizás tú sabes mucho sobre Teología y Apologética, haces tus devocionales diarios, vas a la iglesia y haces todas esas cosas que se supone que se esperan de alguna forma de ti, pero observa atentamente el comportamiento y la fe de tu abuela que nunca ha estudiado nada de eso, desconoce los fundamentos de las doctrinas y no tiene los conocimientos que tienes tú sobre incluso, la Palabra misma. Es más, que quizás ni tan siquiera va ya a la iglesia debido a su edad avanzada.
Compara. Examina. Entiende.
Versículo 21, Uuuuu 😬😬
Viéndolo así, vemos que es importante conocer la voluntad de Dios, ¿y cuál es...?
Boom! ¡Acertaste! Verdadera fe que lleva a verdadera salvación. No lo digo yo, lo dice Jesús👇🏼
«Y ésta es la voluntad de mi Padre: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día final.» — Juan 6:40
Creer no significa simplemente creer en la existencia de Dios, sino vivir acorde a ello. Muchos creen pero viven como si no creyesen.
«Si afirmamos que tenemos comunión con él, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no ponemos en práctica la verdad.» — 1 Juan 1:6
«Demuestren con su forma de vivir que se han arrepentido de sus pecados y han vuelto a Dios. No se digan simplemente el uno al otro: “Estamos a salvo porque somos descendientes de Abraham”. Eso no significa nada, porque les digo que Dios puede crear hijos de Abraham de estas piedras.»
— Mateo 3:8-9
• Construye intimidad con Dios para alimentarte y crecer espiritualmente, para ser transformado; restaurado interiormente y renovado mentalmente.
CONCLUSIÓN FINAL.
«pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad.» — 1 Timoteo 2:4
Es por gracia, es decir, inmerecido. Un regalo de Dios a la humanidad.
Él se compadeció de nuestra situación, imposibilidad de cambio y destino final A PESAR, de ser nosotros quiénes le habíamos dado la espalada y quiénes lo hemos provocado, quiénes hemos decidido vivir según nuestras propias leyes y normas, nuestros deseos e intereses egoístas, borrando a Dios del mapa, rechazándolo y culpándolo de lo que nosotros mismos cosechamos. Y está claro que no nos ha ido muy bien así, sólo echa un vistazo al mundo y su corrupción.
Y Él por amor, compasión y justicia, nos dio su mano.
Depende de ti ya.
Estás en medio de un océano en el que tarde o temprano sólo tendrás dos opciones: hundirte, o salir a flote. Tú mism@ no puedes salvarte, necesitas que alguien que pueda hacerlo te rescate.
Jesús es tu único salvavidas y te lo ofrece gratuitamente sin importar quién seas o quién te digan que eres, lo que has hecho en tu vida o tu situación actual. No hay barreras ni límites más que los que tú estás poniendo.
El salvavidas es ofrecido a tod@s sin excepción, pero es ineficaz si no de usa; sólo puede salvar a aquellos que lo cojan y acepten.
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