Un poco sobre mí 🦋🌸✨
Siempre he sido muy inquieta y algo dentro de mi se negaba a conformarse con lo que quería y buscaba el resto. Sentía que lo que yo quería era diferente.
Recuerdo que en clase todos pensaban en ser abogados, profesores, policías…
Y yo al principio también, yo siempre había querido ser médica, desde muy pequeña.
Todo el mundo que me conoce lo sabe. Ha sido mi eterna pasión, me fascina el cuerpo humano, cómo funciona, lo complejo y maravilloso que es y sobretodo poder ayudar a otros, diagnosticar, salvar y cambiar vidas.
Es una profesión que siempre he admirado. Nunca dudé de que eso era lo que quería para mi vida, pero tampoco nunca me había parado a pensar más allá de lo mucho que me gustaba. No me había planteado nunca cómo sería un día en mi vida una vez acabada la carrera, si se alinea también con otras aspiraciones y objetivos que tengo y me gustaría poder alcanzar y otra serie de aspectos importantes a tener en cuenta.
Secundaria para mi fue un punto clave en mi vida, fue lo que me hizo cambiar totalmente de rumbo. Y aún así, por mucho tiempo seguí esforzándome, deseando y tratando de llegar hasta medicina como el primer día, pero llegó un punto en el que me di cuenta de que a pesar de que para mi la medicina significaba mucho, quizás no era tanto para mi como yo pensaba…
Las disciplinas base en las que se fundamenta no eran especialmente en las que yo más destacaba, la cantidad de años requeridos en comparación a la compensación posterior no me parecía equitativa y para mi, era como empezar a vivir a los casi 30 y, además, una vida en la que al final del día no me veía reflejada.
Aspiraba a más. Y no precisamente porque médico sea cualquier profesión, sino porque entendí que mi aspiración y meta en la vida, era otra.
¿Y qué era lo que buscaba?
Soy una persona muy soñadora a la par que ambiciosa y ha sido ese instinto el que ha ido guiando mis movimientos; el estilo de vida que yo quería era completamente diferente y no, no hablo del dinero sino del tiempo, de la independencia, de la libertad…
Quería y quiero poder viajar, conocer mundo, culturas, idiomas, vivir nuevas experiencias, tener tiempo para aquellas actividades que disfruto y descubrir otras que nunca he probado, sentirme libre y vivir al máximo cada momento de esta vida porque es lo único que nos llevamos.
Fue entonces cuando la idea del emprendimiento empezó cada vez a resonar más en mi.
No dejes de buscar hasta que te encuentres.
No me sentía como el resto, no podía imaginar una vida como la que ellos se estaban planteando. A mi me agobiaba mucho pensarlo, a mi me hacía sentir atrapada.
Recuerdo estar mucho tiempo muy angustiada sin saber qué hacer ni por dónde seguir.
Aquí fue cuando tuve mi primer choque, jamás había pensado en una alternativa, para mi siempre fue medicina y ahora me encontraba perdida, sin saber a dónde dirigirme o cómo encaminar mi futuro y me aterraba la idea de finalmente tener que ceder a vivir esa vida rutinaria de la que yo estaba tratando de escapar.
Lo pasé muy mal intentando encontrar mi camino, algo que me hiciese querer levantarme e ir a trabajar todos los días, que me diese un significado, un motivo, un por qué hago lo que hago y para qué. Algo por lo que vivir y luchar. Porque ajá, así soy. Sé que mucha gente quizás no lo piensa tanto, pero para mi es algo muy importante. Le voy a dedicar gran parte de mi vida, así que, necesitaba que fuese algo que me empujara y motivara. No quiero sentir que malgasto mi vida.
Y después de algunos movimientos de confusión y miedo que me han servido para conducirme a dónde estoy hoy y por lo que estoy eternamente agradecida, llegamos a hoy.
Actualmente estudio Integración Social con el propósito de traer cambio y ser la voz de aquellos que no la tienen. Me gustaría poder combinar el emprendimiento social con el ministerio, así que, probablemente al terminar Integración Social, estudiaré Teología.
«El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos.» —Lucas 4:18
No quiero vivir una vida solo para mi, para mi eso no tiene sentido.
Quiero poder influenciar e impactar la vida de otros, impulsar un cambio en la sociedad, mi generación o mi entorno. A mi me llena llenar a otros y obrar para la Gloria de Dios. Mi deseo es traer vida y esperanza donde no la hay, mi pasión es servir a Dios y ver vidas transformadas en su nombre.
¿Por qué tanto empeño?
Soy consciente de lo mucho que te puede cambiar la vida una vez caminas con Dios a tu lado y deseo de todo corazón esa misma paz y seguridad para los demás.
UN ALMA LIBRE…🛫
Soy una persona muy independiente e intrépida, con ganas de vivir y comerme el mundo, de hacer muchas cosas, de retarme a mi misma, de viajar…
Para mi, emprender digitalmente supone la oportunidad de poder gestionar mi tiempo y mis horarios como quiera, no tener que depender de nada ni nadie más que de internet y poder invertir mi tiempo en lo que yo quiera.
Anhelo esa sensación de libertad, de sentirse vivo. Es mi meta de vida💫
Mis mayores objetivos actuales son:
1. Graduarme de IS y estudiar Teología.
2. Emprender y viajar. 3. Crear mi propio ministerio dedicado a la cooperación internacional, la innovación y el desarrollo social y, al discipulado, misiones, evangelismo + apologética y plantación de iglesias.
Sólo es imposible lo que no se intenta. No son objetivos sencillos pero con esfuerzo, disciplina y sacrificio pueden lograrse.
No me veo trabajando para alguien ni me veo reflejada en un trabajo rutinario de 9 a 17h el resto de mi vida; trabajando para cubrir mis deudas y gastos diarios, sin poder permitirme tener realmente tiempo y con el consuelo de unas vacaciones cada x tiempo además de poder empezar a vivir y disfrutar en mi jubilación. Tampoco le veo sentido a imvertir todo mi dinero y energía en alcanzar una vida que no deseo sólo por ser aparentemente el camino "más seguro." Me sentiría estancada en mis propósitos y objetivos.
Algunas cosas que he aprendido a lo largo del camino 💆🏼♀️🧠
– Esta bien cambiar de idea y de opinión, es señal de evolución.
– No debe darnos tanto miedo desafiar lo establecido sino quedarnos siempre en el mismo lugar.
– Lo único que debería importarte es lo que piensen las personas que te importan, nadie más se merece tanta atención.
– Si quieres más, tendrás que dar el doble.
Muchas veces me han dicho que lo que yo quiero es muy complicado e incluso imposible, y tienen razón no soy una persona muy convencional y por tanto, tampoco busco lo corriente. Pero, por suerte no me dejo llevar por la opinión de los demás. Cuando quiero algo soy constante y paciente y voy a por ello, me costará más o me costará menos pero llegar, llegaré; el que no deja de andar, acaba llegando al destino.
Me da igual lo que haga todo el mundo, yo no soy todo el mundo. A mis ojos, lo imposible es lo que no se intenta nunca, y honestamente, prefiero invertir todo mi tiempo, energía y dinero en aquello que de verdad quiero que hacerlo en tratar de conseguir algo que en realidad no me satisface sólo por ser lo seguro.
Hay una frase que siempre me han dicho mis padres y que se me ha quedado grabada a fuego: “Apunta alto, porque para bajar siempre hay tiempo.”
Esta breve frase ha forjado parte de mi mentalidad: Si me sale mal o no lo consigo no pasa nada, siempre hay otras vías, alternativas y caminos. Y seguro, que habré llegado mucho más lejos que si mi meta hubiese sido más pequeña, porque si un objetivo pequeño se vuelve —por miedos, circunstancias, etc.— más pequeña, al final se convierte en nada, pero si de un objetivo enorme reduzco a simplemente uno grande, habré logrado y alcanzado más.
Sieeempre se puede retroceder o hacer otra cosa sino sale, primero ves a por lo que de verdad quieres.
También he llegado a comprender que las opiniones de las personas están cargadas y basadas en gran manera de experiencias personales anteriores, limitaciones propias, perspectivas subjetivas, creencias... Y que es muy bueno escucharlas y enriquecerte de ellas porque muchas veces nos abren horizontes y nos hacen cambiar nuestra manera de ver las cosas pero que de igual manera, precisamente porque las opiniones son subjetivas debemos ser conscientes de que no siempre van a servir y aplicar a nosotros porque no todos queremos las mismas cosas, ni somos iguales.
Los consejos puedan tanto guiarte como confundirte. Cada uno te va a decir lo que cree que es mejor pero al final del día tú eres quién sabe qué es lo mejor para ti; puede que para alguien lo mejor sea opositar y ser funcionario por la estabilidad que proporciona y para otro sea empezar ya a trabajar en vez de seguir estudiando para poder tener una entrada de dinero. Ninguna de las dos está mal, todo depende de ti y de lo que tú quieras y busques, de a lo que aspires.
La conclusión es que independientemente de todo ello, quién tiene la última palabra y debe decidir sobre tu vida y determinar el siguiente paso eres tú y no la perspectiva de nadie. No te quedes con los "no puedo" de los demás, que ellos crean que no pueden o no puedes no significa que sea así. Las personas hacen hasta dónde se creen capaces de hacer. La mente limita mucho. Por eso, es importante no dejar que ciertos pensamientos calen en nosotros, porque nos movemos en la dirección de nuestros pensamientos más fuertes.
Si quieres algo pero todavía no has conseguido, ¿a qué estás esperando?⌛️
Nada cambia si tú no cambias. Si tú no te mueves, te quedas estático en el mismo sitio. No seas ingenuo y formes parte del grupo de "las cosas se darán en su momento" o "cuando termina tal cosa, haré.." porque así nunca lo harás, las cosas no vienen solas. Si no trabajas por ellas, creas oportunidades, etc. y lo único que haces es decir todo lo que harás sin hacer nada: ¡sorpresa! no lo harás.
Grábate esto: No importa cuánto quieras e imagines algo, da igual cuánto lo pienses y desees, si no empiezas a hacerlo, se quedará sólo en eso, porque tu futuro está definido por tu presente.
Yo tenía un plan, pero Dios tenía un propósito🌟
Dios ha cambiado y revolucionado tanto mi vida que ahora mi satisfacción, pasión y sueño más grande es poder compartir de Él a otros. A eso quiero dedicar mi vida, a crear un impacto en la de otros.
Hoy sé que esta es la vida que quiero⬆ Quiero vivir por una causa mayor que mí misma, lo decidí hace dos años cuando le entregué mi vida a Dios de verdad.
Al final, puede que no haya cambiado tanto mi camino; antes quería sanar y salvar cuerpos, ahora quiero también sanar y salvar almas.
Sigo siendo aquella niña de mente inquieta que no puede parar de hacerse preguntas y buscar, con un corazón rebelde y lleno de ilusión y pasión y un alma que se niega a las ataduras que le impidan ser libre y a conformarse con menos de lo que fue creada, que quiere y anhela más.
Sigo sintiendo ansiedad, sigo sin entender muchas cosas pero esta vez tengo la confianza de que lograré todo aquello que siento y deseo aunque no siempre sepa cómo llegar hasta ello. Por mi determinación, por mi esfuerzo y sacrificio, por mi perseverancia y porque sé en quién confío y por qué lo hago, nunca me ha fallado. Me sostiene y me ayuda, me da las respuestas en el momento correcto, pone en mi camino a las personas indicadas, dispone vías, obra de maneras milagrosas, provee, vela por mi, me abre puertas…
Confía: Confía en ti y en tus capacidades, confía en el proceso y confía en Dios.
Es increíble lo mucho que puede cambiar nuestra vida cuando decidimos cambiar nuestros pensamientos y nos atrevemos a creer, a creerle, a dar un paso de fe aún cuando no ves nada y todo tu al rededor (situaciones, personas, sociedad, estudios, economía, limitantes o tu propia inseguridad incluso) grita todo lo contrario. Miro atrás y veo a mi yo del pasado, todo el proceso por el que ha pasado, lo que ha aprendido y todo lo que le ha enseñado a mi yo del presente; admiro y estoy orgullosa de esa evolución y transformación.
Mi manera de afrontarlo ahora es diferente porque he entendido que lo que para nosotros es imposible, es posible para Dios (Lucas 18:27) y que la fe es necesaria precisamente porque no hemos sido llamados a tener todas las respuestas, sino a tener toda la predisposición.
Dios no demanda de nosotros saberlo y entenderlo todo, cuenta con que no será así; para eso está Él. Si pudiésemos hacerlo todo por nuestra propia cuenta, ¿para qué necesitaríamos entonces a Dios? lo que sí demanda es sacrificio y pasión que serán serán probados por adversidades y circunstancias que generarán constancia, paciencia, disciplina y todo aquello que necesitas para llegar, mantenerte y lograrlo. El mismísimo oro es acrisolado por el fuego para así darle forma y hasta las facetas de los diamantes son golpeadas y cortadas para ser pulidas y perfeccionadas.
Se está cómodo en la orilla dónde tocas y ves pero si quieres más tienes que atraverte a ir mar adentro aún con tus dudas y miedos, dónde te va a costar mucho más nadar, dónde muchas veces te vendrá el agua al cuello y dónde vas a tener que esforzarte el doble pero recibirás el triple; a dónde no pisas y dependes de Él.
Ahí, ahí es dónde Dios puede obrar grandemente en tu vida, cuando se la entregas. Cuando le dices: "Oye mira, aquí estoy, aquí me tienes; guíame tú que conoces las aguas."
«Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.» — Hebreos 11:1
Ningún mar en calma ha hecho a un buen marinero. Te lo repito porque es la parte más difícil de afrontar, dónde muchos abandonan: Vendrán pruebas y dificultades pero todas ellas tendrán un propósito y te moldearán; moldearán tu visión y tu carácter; te prepararán para todo aquello por lo que tanto oras. Confía y esfuérzate.
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