Habla sobre el tema en cuestión desde del minuto 9:25 al 30:37. Lo anterior al minuto 9:25 es introductorio para entender el contexto y el final (después del min. 30:37) es una conclusión sobre lo explicado.
EL CONCILIO DE NICEA: ¿MANIPULÓ EL EMPERADOR CONSTANTINO LA BIBLIA?
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Lucas comienza su Evangelio dirigiéndose a Teófilo (uno de sus discípulos) haciéndole saber su preocupación, investigación y esfuerzo en la preservación fiel de todos hechos. Puedes leer más sobre ello aquí.
Lucas asegura en el principio de su Evangelio, relatarlo todo en orden y de manera fidedigna.
¿Tenemos pruebas convincentes de este testimonio directo?
Podemos saber si el Nuevo Testamento es históricamente confiable o no, analizándolo de la misma forma que lo haríamos con cualquier otro texto del mundo antiguo; a través de disciplinas como la crítica textual.
Contamos con cerca de 6.000 manuscritos sobrevivientes tan sólo del Nuevo Testamento, de diferentes áreas geográficas y épocas. Esto lo convierte en el documento mejor atestiguado de todos los escritos antiguos, puesto que es muy difícil contar con tantas fuentes diferentes provenientes del mundo antiguo.
Y esto, no lo digo yo:
«Esto supone que tenemos documentos que ofrecen un testimonio comprobable de que los textos bíblicos son muy fiables. De hecho, el Nuevo Testamento es el libro antiguo mejor atestiguado y contrastado desde el punto de vista textual de la historia. En estos momentos se conservan más de cinco mil ejemplares manuscritos en griego. De ninguna otra obra literaria de la Antigüedad se conservan tantas copias manuscritas y tan cercanas a los originales, ni de lejos. Incluso en el caso de los grandes clásicos más utilizados en la Antigüedad, el número de copias que se conserva es mucho menor: de ordinario, apenas pasan de una decena, y son muy posteriores a los originales, que en ningún caso se conservan.» - Extracto de la Revista ABC (enlace a la fuente)
Veamos más datos y estadísticas que corroboran este hecho⤵️
Evidentemente cuanto menor sea el lapso de tiempo transcurrido entre el original y la copia, menor susceptible será a errores, invenciones y leyendas.
Si rechazamos el NT (Nuevo Testamento), sin duda también tendríamos que desechar otros muchos escritos y libros antiguos con mucha menor fiabilidad, rigor, copias y margen de comparación, que a día de hoy consideramos como auténticos como: «La Guerra de las Galias de Julio César», del cuál sólo sobreviven 10 manuscritos, con el más antiguo fechado 1.000 años después del manuscrito original. Pero a pesar de todo ese tiempo transcurrido, ningún historiador duda de Julio César. O por ejemplo, la «Historia de Tuicidides» con tan sólo 8 manuscritos, el más antiguo fechado 1.300 años después.
Estos datos sorprenden en gran manera. Hay una diferencia abismal y notoria entre el NT y cualquier otro escrito del mundo antiguo. De hecho, después del Nuevo Testamento, el libro mejor documentado es la «La Ilíada» de Homero, con aproximadamente unas 600 copias; aún con el segundo libro mejor atestiguado de la antigüedad, se puede ver esa gran brecha.
El problema es que las personas tienden a no considerar el Nuevo Testamento por algunos de sus elementos sobrenaturales o milagrosos, y directamente los desechan cayendo en el grave error de no evaluar objetivamente su confiabilidad y exactitud histórica, y por tanto, la fidelidad del texto. Se debe de hacer una distinción entre esos elementos que puedes o no creer, y la rigurosidad histórica del texto; analizando los documentos bajo los mismos criterios que lo haríamos con cualquier otro libro de la antigüedad.
¿Por qué son importantes los manuscritos? ¿Y por qué importa cuántos tengamos?
El valor de tener esta gran cantidad de manuscritos radica en el amplio margen de contraste y comprobación de los escritos a lo largo del tiempo: si se han copiado, mantenido y/o transmitido fidedignamente, si hay errores relevantes... Tener esta gran cantidad de manuscritos, nos muestra que el trabajo de los copistas no es como el juego del “teléfono loco/roto”. Es más, la comparación de la increíble cantidad de evidencia manuscrita, ha demostrado que el Nuevo Testamento tiene una precisión del 99,5 %, y que la gran mayoría de las diferencias se encuentran en la ortografía o errores menores del copista.
Un dato aún más impactante es que no se ha demostrado que ninguna variación en estos miles de manuscritos afecte un tema teológico de ninguna manera. De las aproximadamente 20.000 líneas que conforman el Nuevo Testamento entero, sólo 40 líneas son cuestionadas. Estas 40 líneas representan un cuarto del uno por ciento del texto entero y no afecta de ninguna forma la enseñanza y doctrina del NT.
El reconocido erudito experto de la Biblia F.F Bruce, declara lo siguiente:
«No existe un conjunto de literatura antigua en el mundo que disfrute de tal riqueza de buena testificación textual como el Nuevo Testamento. En términos reales, el Nuevo Testamento es fácilmente el escrito antiguo mejor testificado en términos del vasto número de documentos, el tiempo transcurrido entre los eventos y el documento, y la variedad de documentos disponibles para sustentar contradecirlo. No existe nada en evidencia de manuscritos antiguos que iguale tal disponibilidad textual e integridad.»
MÁS APUNTES DE INTERÉS:
Podemos estar seguros de que se mantuvieron fieles a los originales porque las copias mismas están muy cerca unas de otras, a pesar de haber sido escritas en diferentes momentos y en diferentes lugares. Ninguno de los 6.000 manuscritos agrega o quita ninguna doctrina cristiana, y como ejemplo de ello tenemos los manuscritos 2224, Sinaítico y p52, los cuáles son todos iguales.
Todo el Nuevo Testamento, excepto 11 versos menores, puede ser reconstruido fuera de la Biblia a partir de lo escritos de los líderes de la iglesia primitiva en los siglos II y III d.C.
Veamos algunos otros factores por los que podemos estar seguros de la confiabilidad del NT:
Lista de reproducción sobre la evidencia manuscrita: Haz click aquí (subtítulos en castellano disponibles)
1. EVIDENCIA ARQUEOLÓGICA.
La arqueología ha confirmado repetidamente la exactitud de los lugares, eventos y personas bíblicas. Miles de hallazgos arqueológicos han corroborado los relatos de la Biblia, y tal evidencia rápidamente pone fin a las acusaciones de que la historia registrada en la Biblia es sospechosa.
BeThinking.org tiene algunos ejemplos importantes de tal evidencia arqueológica si quieres echarle un vistazo.
Es importante recordar que ningún hallazgo arqueológico ha refutado jamás un solo evento bíblico, civilización o individuo. Por el contrario, existen numerosos incidentes en los que la arqueología ha confirmado los hechos registrados en las Escrituras y refutado el escepticismo de los académicos.
La arqueología proporciona un valor adicional cuando se considera el descubrimiento de manuscritos antiguos, como los Rollos del Mar Muerto que se analizan a continuación.
2. LOS ESCRITOS SE HAN PRESERVADO CORRECTAMENTE.
El descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto en la década de 1940 permitió a los eruditos comparar manuscritos del Antiguo Testamento separados por cientos de años. De particular importancia fue la copia recién descubierta de Isaías, que antecedió a la copia más antigua conocida del libro por 1.000 años.
La comparación de los dos documentos antiguos reveló que eran casi idénticos, excepto por algunas diferencias menores de ortografía o estilo. Aunque uno de los manuscritos había sido copiado innumerables veces más que el que se encontró entre los Rollos del Mar Muerto, no hubo una diferencia sustancial entre los dos textos (puedes obtener más información sobre los Rollos del Mar Muerto en GotQuestions.org).
Este es un ejemplo importante de cuán fieles eran los escribas al copiar las Escrituras. Estas copias fueron creadas con precisión por aquellos dedicados a preservar la Palabra de Dios. Aunque no poseemos ninguno de los escritos originales, podemos estar seguros de que las copias que tenemos se transmitieron de manera confiable a lo largo de los siglos.
3. EL NUEVO TESTAMENTO FUE ESCRITO POCO DESPUÉS DE LOS EVENTOS QUE REGISTRA.
Una vez que haya establecido que nuestras Biblias contienen copias fidedignas de lo que se escribió originalmente, es posible que deba proporcionar evidencia de que los originales eran precisos para empezar. Después de todo, significaría muy poco tener copias exactas de los escritos del Nuevo Testamento si los originales no fueran verdaderos.
Entonces, ¿cómo podemos presentar el hecho de que la Biblia proporciona un relato exacto de los acontecimientos históricos?
Cuando se trata del Nuevo Testamento, es importante saber que los Evangelios fueron registrados relativamente poco tiempo después de los eventos que registran. A más tardar, los cuatro Evangelios se escribieron entre 40 y 60 años después de la resurrección de Jesús. Muchos libros del Nuevo Testamento son anteriores a los Evangelios. Las cartas de Pablo a los Gálatas y Efesios, por ejemplo, probablemente fueron escritas 15-20 años después de la época de Cristo.
Si bien esto puede parecer una gran cantidad de tiempo entre los eventos y los escritos, es útil señalar que estas fechas son notablemente tempranas para los documentos antiguos.
Dado que el registro escrito se creó muy cerca de los hechos reales, quienes escribieron estos libros estaban en condiciones de saber si eran ciertos o no. Además, habría habido testigos oculares vivos que podrían haber desacreditado estos textos si no fueran precisos. Cuando Pablo defendió la realidad de la resurrección en 1 Corintios 15, dijo: “Entonces se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales aún viven, aunque algunos se han dormido”.
Hablemos de la inerrancia de la Biblia. Cuando decimos que la Biblia no tiene error es importante reconocer que nos estamos refiriendo a los manuscritos/autógrafos originales, escritos por los mismos profetas y apóstoles. Estos documentos fueron escritos en rollos de papiro y debido a la delicadeza de estos rollos, tenían que ir siendo reproducidos de nuevo a lo largo del tiempo.
Así que, aquí la pregunta importante es...
4. ¿CÓMO PODEMOS ESTAR SEGUROS DE QUE LAS COPIAS DE LOS MANUSCRITOS ORIGINALES SON PRECISAS O SI POR CONTRA, HAN SIDO MANIPULADAS?
Los escribas y monjes que se dedicaron a esta tarea eran seriamente meticulosos y revisaban una y otra vez su trabajo usando varias métodos para garantizar que las copias que hacían eran 100% precisas.
John Piper escribió lo siguiente:
"Ningún libro de la antigüedad se acerca a la riqueza de la preservación que tenemos del Nuevo Testamento. No sólo es el número de manuscritos increíble, sino también antiguos. El fragmento más antiguo que tenemos, por ejemplo, es un papiro del 130 d. C. Uno de los manuscritos más antiguos de todo el antiguo testamento es del 350 a. C."
- 11 John Piper, A Peculiar Glory (London: IVP, 2016), p. 82.
Entre 1946 y 1956 se encontraron los Rollos del Mar Muerto en una cueva de Qumran, Israel. Habían sido preservados en jarras de barro, y estos manuscritos del Antiguo Testamento son por mucho los más antiguos que tenemos. Cuando fueron comparados con los manuscritos más recientes, increíblemente no había ninguna diferencia.
PIENSA ESTO.
Los manuscritos más antiguos no tenían ninguna diferencia real con las palabras que tenemos hoy en nuestra Biblia.
¿Qué nos dice eso sobre la precisión de la Biblia?
El meticuloso trabajo de estos monjes y escribas durante siglos significa que podemos estar confiados en la fidelidad de nuestra Biblia. Lo que tenemos en ella es una traducción precisa de la misma Palabra de Dios, preservada y protegida por su poder a través de la historia.
¿Quieres profundizar más? ¡Aquí te dejo este vídeo sobre la crítica textual y cómo funciona! ⤵️
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