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En honor y memoria de Alegría Losada Hernández.

Este proyecto no sería posible sin ella y esa experiencia que ha marcado un antes y un después en mi vida y mi forma de verla y vivirla. Por ello, quiero dejar constancia y hacer partícipe a mi abuela, quiero que mi ministerio sea tan mío como suyo.



Ella ha luchado toda su vida y se ha mantenido fuerte en la fe, su legado como persona y como creyente es digno de admirar y seguir. Ella ha orado sin cesar por mi y por mi familia toda su vida, por ver lo que ahora está sucediendo en mi casa; al Señor obrar grandemente y habitar en ella. Y no se marchó de este mundo sin verlo, Dios le concedió su petición por su perseverancia y constancia, por su esfuerzo, amor y sacrificio.



El cielo no se gana pero si se ganará, sin duda ella lo habría conseguido.


A día de hoy sé que todas sus oraciones me siguen cubriendo. Mi abuela fue una mujer valiente y ejemplar, llena de principios. No podía dejarla fuera y no nombrarla cuándo ha sido la causa de que hoy esté aquí escribiendo. Si consigo cumplir la visión que Dios me ha dado y ha puesto en mi corazón, seguiré mencionando a mi abuela en todas y cada una de las cosas que logre porque por ella empecé y es digna de reconocimiento.


Quiero dejar claro que no estoy poniendo a mi abuela en el lugar de Dios, sé que mis victorias son gracias a Él y lo que haco lo hago para su Gloria y para llevar su nombre a todo aquel que este dispuesto a escuchar. Incluyo a mi abuela porque ha sido gracias a su esfuerzo y perseverancia en la oración y a lo que supuso para mi que nos dejara repentinamente lo que en gran parte me ha hecho iniciarme; esto no es nada en comparación a lo que se viene 🙌🏼



 


CON TODO DIOS 💔



Su muerte fue un golpe muy duro que me hizo pensar en la fugacidad de la vida, me hizo valorar lo realmente necesario e importante y lejos de alejarme de Dios, me acercó incluso aún más y fue un tiempo en el que le pude sentir muchísimo de maneras sobrenaturales. Eso no me quitó de procesos y sufrimiento pero sí trajo una paz que trasciende toda comprensión humana.


La última vez que vi a mi abuela con vida fue el día de antes de su muerte. Fue un impacto muy grande. No es lo mismo saber que no tenemos el mañana asegurado, que vivirlo. Todos tenemos claras todas esa frases de Facebook de disfrutar la vida porque el tiempo pasa y es traicionero y no poseemos nada pero no somos realmente conscientes de ello hasta que lo vivimos en primera persona. De la noche a la mañana mi abuela no estaba.

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Pasé por mucha ansiedad y con el tiempo -porque al principio no podía más que pensar en ella y en el dolor-, me conciencié de la urgencia y necesidad de la predicación del Evangelio; y ahí empezó todo mucho más seriamente. Yo ya llevaba un tiempo hablando de Dios en redes sociales, desde el verano de 2021 para ser exactos, pero una vez experimenté mi primera pérdida, tan cercana además; mi sacrificio y empeño se multiplicó.

Creció en mi una carga por las almas, me daba igual la oposición y opinión de la gente, yo ya sabía y contaba con que mucha gente no entendería y otra mucha se levantaría en mi contra pero para mi siempre ha sido más importante la posibilidad de su salvación.


«Dichosos ustedes cuando los odien, cuando los discriminen, los insulten y los desprestigien por causa del Hijo del hombre.» —Lucas 6:22

«Y si la casa fuera digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros. Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.» — Mateo 10:13-14.

«Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya no sirve para nada (...) Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el caldero, y alumbre a todos los de la casa.» — Mateo 5:13-15

Somos la sal del mundo, no el azúcar🧂

Somos algo que el mundo querrá escupir y aborrecerá, algo que no será dulce o agradable pero si pierde su sabor y deja de decir las verdades bíblicas y empieza a endulzarlas será inservible; porque si cambiamos o amoldamos el mensaje a la cultura, perderá su poder de salvación porque no estaremos diciendo la verdad sino lo que quieren oí. Jesús utilizó palabras duras para realidades duras.

Es mi deber predicar y está en cada uno el creer o no. No se puede obligar ni imponer porque es una decisión personal, no importa lo mucho que yo te diga; si tú no lo aceptas y crees, no serás transformado. Puedes decir escuchar lo que digo o no, pero yo no puedo hacer silencio de lo que he visto en mi propia vida. Jamás pensé que pudiese llegar a conocer y experimentar a Dios tanto, de la manera en que lo hago ahora.

«Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.» —Jeremías 29:13
«Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.» —Jeremías 33:3

DIOS ESTÁ AÚN CUÁNDO NO LO SIENTES 🤍


Como digo, la muerte de mi abuela no fue algo que me alejó de Dios ni me hizo arremeter contra Él o culpabilizarle. La muerte forma parte de la vida y gracias a Dios mi abuela se fue sin dolor y en paz habiéndolo cumplido todo en su vida, habiendo visto sus oraciones respondidas y a su familia unida y feliz, a una buena edad y sin enfermedades; ella ya había peleado la buena batalla de la fe y corrido su carrera, ahora me queda a mi la mía.


Aún sabiendo todo lo anterior, fue algo muy difícil de asimilar y sobrellevar y sigue siéndolo, y sueño con ella día si y día también pero Dios usó grandemente toda esta situación dolorosa y la revirtió para bien. Y no me abandonó en la agonía, me buscó sin descanso, me dio el consuelo que nada ni nadie más podía ofrecerme; que mi abuela está bien, que tiene grandes planes para mi y que debo confiar y tener ánimo porque hay esperanza para aquellos que se atreven a creer en medio de un mundo caótico que grita todo lo contrario.


«Tampoco queremos que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.» — 1 Tesalonicenses 4:13
«Y ésta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.» — 1 Juan 2:25

JUAN 11:25-26


• Aquí os dejo un testimonio mío de cómo Dios siguió obrando y escuchando aún cuándo yo no podía ↓


• Dios responde: la señal que Dios me dio yendo al tanatorio


Por si no lo creéis os dejó una grabación de pantalla de mi galería y la imagen en live. No es una imagen de internet, es real; fue en Paterna, cerca de la papelería Michi.



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