top of page

"Misericordia quiero y no sacrificio" Mateo 9:13

“Predica el Evangelio con acciones más que con sermones; tus frutos hablan más que tus palabras.”— @lourdesoleaje


——


«Misericordia quiero y no sacrificios»

Eh.. vale Jesús, ¿y eso qué quiere decir?

Este verso que cita Jesús se encuentra en Oseas 6:6; el cual destaca la prioridad de los estándares morales de la ley sobre los requisitos ceremoniales.


La religión que se reduce a tradición, rituales y normas es inservible, vana y vacía; no conoce el corazón de Dios sino que está centrada en los elementos externos.


Jesús criticó duramente a los dirigentes y líderes religiosos de su tiempo que se daban palmaditas en el pecho aparentando pero no siendo. Desautorizó a las personas que cuidan su buena opinión y reputación ante los demás, pero por dentro están llenos de corrupción:


«Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre.»
— Mateo 23:27

𝐂𝐎𝐍𝐓𝐄𝐗𝐓𝐎


En Mateo capítulo 9, los recaudadores de impuestos y otros se habían reunido en la casa de Mateo para un banquete dónde también estaban Jesús y sus seguidores. En aquel entonces, sentarse a la mesa a comer con alguien era signo de complicidad, por tanto, si Jesús estaba ahí era símbolo de que los aceptaba.


Los fariseos al darse cuenta de la presencia de Jesús entre lo que ellos consideraban "gentuza" despreciable, se burlaron.


¿Cómo podía Jesús considerarse un rabino en una reunión con ese tipo de gente? Los fariseos no podían concebir que los justos y rectos se juntaran con publicanos y pecadores. Entonces los fariseos apartaron a algunos de los seguidores de Jesús y les preguntaron por qué estaba con los pecadores.


«Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.»
— Mateo 9:12

¿Cómo podría revelar el amor de Dios a esas personas sin estar con ellos?



——


𝐌𝐈𝐒𝐄𝐑𝐈𝐂𝐎𝐑𝐃𝐈𝐀 𝐐𝐔𝐈𝐄𝐑𝐎 𝐘 𝐍𝐎 𝐒𝐀𝐂𝐑𝐈𝐅𝐈𝐂𝐈𝐎𝐒


El profeta Oseas, siglos antes, había condenado a los judíos por intentar disculpar su idolatría y su opresión hacia los pobres ofreciendo sacrificios de animales.


Oseas 6:6: "Porque deseo amor firme y no sacrificio, el conocimiento de Dios en lugar de las ofrendas quemadas”



Las personas no son simples números ni proyectos de ayuda social. Si realmente queremos ir más allá del sacrificio, a la misericordia, —como Jesús nos llama a hacer— entonces, debemos involucrar nuestros corazones con las vidas de otras personas, desarrollar relaciones personales, escuchar sus historias, conocer sus nombres, compartir sus alegrías y tristezas…


Este mismo concepto de misericordia por encima de sacrificios y religiosidad podemos verlo en Isaías 1:11-18:


«¿De qué me sirven sus muchos sacrificios? —dice el Señor—. Harto estoy de holocaustos de carneros y de la grasa de animales engordados; la sangre de toros, corderos y cabras no me complace. ¿Por qué vienen a presentarse ante mí?
¿Quién les mandó traer animales para que pisotearan mis atrios? No me sigan trayendo vanas ofrendas; el incienso es para mí una abominación. Luna nueva, día de reposo, asambleas convocadas; ¡no soporto que con su adoración me ofendan! Yo aborrezco sus lunas nuevas y festividades; se me han vuelto una carga que estoy cansado de soportar. Cuando levantan sus manos, yo aparto de ustedes mis ojos; aunque multipliquen sus oraciones, no las escucharé, pues tienen las manos llenas de sangre.
¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal! ¡Aprendan a hacer el bien! ¡Busquen la justicia y reprendan al opresor! ¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda!
Vengan, pongamos las cosas en claro —dice el Señor—. ¿Son sus pecados como escarlata? ¡Quedarán blancos como la nieve! ¿Son rojos como la púrpura? ¡Quedarán como la lana!»

Los sacrificios para Dios son ofensivos e inútiles sin un corazón genuino que ama, conoce y busca a Dios y a los demás. No se trata de normas ni rituales, sino de transformación y arrepentimiento real.

Lo otro sin esto, es inservible.


«Este pueblo me alaba con la boca y me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. Su adoración no es más que un mandato enseñado por hombres.»
—Isaías 29:13

Comments


bottom of page